Detenido en Francia uno de los próximos jefes de ETA

Días después de que la banda terrorista anunciará el fin del cobro del impuesto revolucionario, una medida inspirada en la vida de Tony Soprano, un equipo de gendarmes arrestaban en la localidad francesa de Arcangues d'Onîs a Tadeo Zumalacárregui, alias "Apalatxe", inminente jefe de ETA.

Apalatxe había ascendido puestos en la lista de espera de los miembros de la banda, aunque según informes de la Ertzaintza y la Gendarmería francesa, en un gran número de ocasiones, la sucesión al trono de ETA era fruto del azar. "Apuestas de todo tipo: Póker, mus, bingo, ruleta (estilo normal y ruso), peleas de gallos vascos, porras con los resultados en liga del Atlethic, Tabú, Scattergoris, Scrabble euskera, Monopoly - Edición especial Bilbao, Cluedo, Risk, Tragabolas, Cocodrilo Sacamuelas, parchís, teto, lanzamiento de piedras... Prácticamente se jugaban el puesto con lo que pillaban. En el caso de este individuo, se ganó el rango de Nº2 de acuerdo con la tradición, ganando a su contrincante a la pelota vasca. Gracias a eso pudimos detenerle con facilidad, ya que sufría una Tendinitis del segundo radial y no pudo coger la pistola a tiempo", señala la declaración del Ministerio del Interior.

Lo cierto es que con la cada vez más limitada vida media de los jefes de Euskadi Ta Askatasuna, actualmente se desconoce quién es exactamente el líder de los terroristas. La Guardia Civil procederá a interrogar exhaustivamente a Zumalacárregui para conocer la identidad de su contrincante en la partida de pelota vasca que le colocó como próximo jefe de ETA, ya que tienen información calentita por una reciente redada de "piedra, papel o tijera" en una localidad cercana a San Sebastián.

Al parecer también se realizaban apuestas relativas a la duración del mandato de los jefes y sus manos derechas, y sobre cuántos meses permanecerían en la cárcel de acuerdo a la proporción de crímenes que hubieran cometido, antes de salir en libertad y abandonar el país para instalarse en una república bananera. Es por esa razón, por la que desconcierta la intención de poner fin al impuesto revolucionario con el que financiar estas pensiones para terroristas jubilados.