Crece la tensión entre los compradores habituales del establecimiento de avitalluamiento de productos cárnicos bovinos, ovinos, cerdinos y pollinos (también conocida como carnicería en argot local), de los hermanos Jiménez de la Calle del Peroné 21, de la localidad sevillana de Tres Primas.
Moody's, la agencia internacional de calificación de riesgo, ha rebajado el rating de solvencia de la carnicería Hnos. Jiménez a Ap2 con perpectiva isómetrica negativa tirando pa'peor. La noticia salía publicada esta mañana en la portada del Financial Times, agradeciendo la fantástica labor de la agencia Moody's, que en medio de la crisis económica y financiera, saca tiempo para analizar entidades comerciales que puedan afectar al equilibrio global del mercado mundial. Recordemos que el incipiente rescate económico de Portugal fue producido un día después de que una mercería de Ulán Bator se declarara insolvente.
Hemos hablado con Antonio Jimémez Rebujito, el titular del negocio de carnes, el cuál se haya muy intranquilo de cara al futuro de la empresa. "Yo no entiendo de sorbencias ni de ratins de esos, yo solo sé que esta mañana una señora clienta habitual nos ha dicho que ella no compraba más en una carnicería con una calificación crediticia de segunda, que quiere chuletas sin déficit. Y mire usté, puede que de vez en cuando hayamos vendido carne que tiran del Carrefour, pero nuestras cuentas están estupendamente", declaró Antonio.
La ministra de economía Elena Salgado ha anunciado una inminente visita a la carnicería para tranquilizar a inversores, prestatarios y amantes del pincho moruno. "Desde el Gobierno queremos mostrar nuestra completa confianza y apoyo en la carnicería Hornos Jiménez. Nuestras estimaciones no contemplan ningún riesgo crediticio en el negocio, y además venden un morcillo estupendo para el cocido. Esta pequeña y mediana empresa no es más que otro ejemplo de los brotes de soja que venimos anunciando desde hace unos meses, que permitirán a nuestro país salir de la crisis y estabilizar la tasa de paro, la cuál es imposible que aumente". La ministra hacía estas declaraciones mientras Antonio se llevaba las manos a la cabeza: "¡Ahora si que nos vamos a la ruina!", gritó aterrorizado.
El hermano de Antonio, Germán, obsesionado con introducir la comercialización de sesos de mono desde que viera Indiana Jones y el Templo Maldito, ve ahora frustado su sueño de ampliar la carnicería con una sección de casquería. Las criadillas de cerdo, la lengua de vaca y los entresijos de cordero también tendrán que esperar a tiempos mejores en la carnicería Hnos. Jiménez.
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