Aunque se venía esperando desde hace algunas semanas, ayer el Comité Nobel del Parlamento Noruego hacía público que el "Club de Fans Oficial del Maestro José Ortega Cano" (CFOMJOC) recibirá en diciembre el Premio Nobel de la Paz.
Anticipándose a lo que suele ser habitual, dicho comité ha anunciado abiertamente las grandes posibilidades que tiene esta pequeña comunidad como aspirante a ganar la medalla y el diploma de la Paz, ya que este año, según dicen, no hay firmes candidatos que puedan disputar los afamados méritos de estos seguidores y su actitud tranquila y propia de la concordia.
El objeto de este movimiento ha sido el ambidiestro José Ortega Cano y su ligero incidente del día 28 de mayo, en el que el torero se vio involucrado en un accidente de tráfico de origen desconocido. Aunque su pronóstico fue de extrema gravedad, el apoyo de los suyos tuvo un efecto reparador casi místico que le hicieron recuperarse y salir al encuentro de sus "followers".
Sus logros son indiscutibles. Ni las "fanboys" de Justin Bieber son capaces de igualar tales aférrimas y pacíficas muestra de ánimo que estas buenas gentes profesan por la inocencia de su matador favorito; al grito de declaraciones como: "El otro se lo ha buscado por ir por ahí con el coche tan tarde", "lo de la velocidad es muy relativo", "Ortega Cano le partiría la piernas a Chuck Norris sólo con mirarlo" o "por cinco cubatas nadie va borracho".
Según algunas fuentes que pretenden sabotear a este club de fans, varias de estar personas habrían agredido a diversos periodistas que acudieron a las puertas del hospital para difamar mentiras sobre el torero, además de una reportera del corazón lapidada.
Por ello nos entrevistamos con Rafael Jarro, presidente y portavoz del CFOMJOC. "Todos los que dicen que José iba borracho y pasando el límite de velocidad, incluido el juez, son unos mentirosos antitaurinos. Quieren acabar con la más firme y antigua tradición de España, a costa de buenísimas y maravillosas personas como Don José. Tarde o temprano, todo el mundo se ha llevado a alguna vieja por delante con el coche. José sólo tuvo mala suerte", declaraba el señor Jarro. "Lo que más nos duele es que tenga que venir de fuera a reconocer nuestra labor, y que una tabacalera sueca nos tenga que dar una medalla, en vez de nuestros príncipes. Que para los premios Príncipe de Asturias se barajen nombres como Raúl González, la drogadicta de Marta Domínguez, y que al final se lo den a un negro, nos resulta cuanto menos como un insulto hacia nosotros y al mundo del Toro".
El anterior y digno ganador del Premio Nobel de la Paz fue el presidente Barack Obama. Y es que, aunque el difunto Osama Bin Laden discrepara; que Obama y el club de fans de Ortega ganen el premio por la Paz es estadísticamente irrefutable. Casi tanto como que todos los seres humanos del planeta compartamos genes de Genghis Kan o de Julio Iglesias.
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