Desde que se hiciera público la "libre metida de mano" sobre los contenidos, opiniones y excreciones de RTVE por parte del entramado político con el escándalo de los consejeros, el Partido Popular ha estado estudiando su plan de actuación con respecto a las emisiones de la televisión pública.
Valorando aquellos programas de más éxito que TVE tenía en la parrillada televisiva, desde Génova han planificado una serie de cambios en el remoto caso de que ganaran las elecciones generales extraordinarias del 20 de noviembre. La propuesta estrella de la administración de las gaviotas es la de cambiar el título de la exitosa serie Águila Roja por el de Águila Imperial, para así ofrecer un tono más acorde con los valores populares. El reparto sería renovado por completo, a excepción de Francis Lorenzo porque hace muy bien de "canalla". Se debate quién interpretaría el papel principal, el de Águila Imperial, ya que las apuestas son fuertes tanto por Arturo Fernández (el famoso y elegante actor asturiano) como por Juan y Medio (alias "el terror de las señoras").
Otras de las novedades que quiere implantar la cadena es la de ampliar la emisión de Cine de Barrio para que se retransmita diariamente, incluyendo un Cine de Barrio: Deluxe los fines de semana con películas del destape y presentado por Bárbara Rey. Por otro lado Los desayunos de TVE pasarán a llamarse Los aperitivos de TVE y en dicho programa sólo se harán chistes soeces y de mal gusto sobre Ana Pastor ("Para que vuelva a por otra", añaden). Y además se cancelará de una maldita vez el concurso Saber y Ganar, porque dicen que nadie que sea trigo limpio puede ser tan listo.
Según fuentes de Word 2007, el PP también estaría planificando grandes cambios transcendentífricos para que España pueda salir de la crisis, como las cartas de racionamiento, la edificación masiva de pantanos, volver al "coitus interruptus" como principal método anticonceptivo y restituir todas las estatuas y nombres de calles del caudillo Francisco Franco que los socialistas han estado retirando durante años a su rojo antojo.